“Este año hemos visto
situaciones de abuso ya no solo en el entorno familiar, cuyas cifras
no descendieron del 80 %, sino también se han visibilizado en
las escuelas. De ahí que las herramientas metodológicas que
tengamos para trabajar en cada espacio sean muy importantes”, dijo
Teresa Martínez, ministra de la Niñez y la Adolescencia durante la
presentación de la historieta Mirame, una propuesta
para sensibilizar y reflexionar sobre el abuso sexual, su prevención
y abordaje que llegará a comunidades, instituciones educativas y
servicios de salud.
“Como ciudadanía, como
paraguayos, tenemos que demostrar que no somos caníbales y que no
consumimos niños. Así que es una tarea de todos ponernos en marcha
para poder defender esto y promover que ningún niño, niña o
adolescente sea víctima de estos hechos. Esa es la misión esencial
que tenemos, por eso la visibilidad, y por eso tenemos que conversar
en escuelas, hogares y comunidades. Lo que más resulta es el
involucramiento comunitario para convertirnos en vigilantes de la
integridad física, psíquica de niños, niñas y adolescentes”,
expresó Martínez.
Mirame forma parte
de las acciones de la campaña Ñañangareko emprendida de forma
conjunta por los ministerios de Salud Pública y Bienestar Social
(MSPyBS), de la Niñez y la Adolescencia (MINNA), Educación y
Ciencias (MEC), y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS), con
el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la
cooperación del Gobierno de la India.
A través de dibujos, Mirame
describe una historia que refleja cientos de
otras historias y vidas afectadas por el abuso sexual, y el rol de
las personas adultas en la prevención, denuncia y restitución de
derechos.
La
historieta invita a denunciar cualquier caso de abuso o violencia
infantil y adolescente. Viene acompañada de una guía metodológica
orientada a personas facilitadoras adultas que coordinarán procesos
participativos de análisis, reflexión, sensibilización y
aprendizajes con niños, niñas y adolescentes de 12 a 17 años, sus
familias y comunidades.
ALGUNOS
AVANCES Y DESAFÍOS
Rocío
Galiano Marés, representante del UNFPA, destacó la importancia del
esfuerzo intersectorial que se realiza en pos de la prevención del
abuso sexual y la atención a víctimas. Una de las consecuencias del
abuso sexual es el embarazo precoz. Al respecto, los resultados de
Ñañangareko, que implementó un plan piloto en el distrito de
Caaguazú, son alentadores. En esta zona se vio una reducción de
entre el 19 % y el 21 % de los nacidos vivos registrados en
niñas de entre 10 y 14 años. A nivel nacional, por su parte, los
nacidos vivos registrados en niñas y adolescentes entre 15 y 19 años
disminuyeron aproximadamente 27 %. “Estos son algunos datos
que ilustran que vamos por buen camino y que las acciones requieren
de una sostenibilidad para seguir impactando a nivel nacional. La
tarea es dura, pero hemos visto que trabajando de manera
intersectorial, involucrando a las familias y a las comunidades, es
posible tener estos resultados”, apuntó.
En
representación del MEC, ofreció unas palabras Zulma Morales,
directora general de Desarrollo Educativo, quien se refirió al rol
de la educación en la prevención del abuso sexual. “La
vulneración a los derechos de los niños, niñas y adolescentes no
solo impacta en el momento en que ocurren los hechos, sino en su vida
futura”, mencionó. Por ello, “el compromiso del MEC es velar y
exigir que se cumplan los derechos de nuestros niños, niñas y
adolescentes, y que ellos también reconozcan cuáles son sus
responsabilidades”.
El ministro
de Salud, Julio Borba, por su parte, recordó que el abuso sexual es
una cuestión de salud pública. Anualmente “se pierden en Paraguay
448 años de vida potencial y 376 años de vida productiva potencial
por muertes relacionadas con el embarazo y el parto en adolescentes.
La gestación, el embarazo y el parto en la adolescencia involucran
riesgos médicos superiores a los que está expuesta una mujer
adulta”, dijo.
Según
Borba, cada año se destinan USD 6,7 millones de dólares a atender
embarazos y partos adolescentes. “Esta inversión podría ser
utilizada en otros programas de salud en la medida que eliminemos las
condiciones que subyacen y permiten la naturalización del abuso
sexual y sus consecuencias”.
Carla
Bacigalupo, ministra del MTESS, destacó que su ministerio se suma a
la iniciativa de Mirame,
acercando este material a todos los programas de capacitación que
impulsa, y que cuentan con más de un millón de alumnos. “Queremos
llegar a ellos con esta propuesta y esta guía que pretenden que
miremos la realidad paraguaya, abracemos esta iniciativa y con la
línea de denuncia 147 y este abordaje interinstitucional podamos ir
superando problemas sociales”, mencionó.
Yoge Shwar
Sangwan, embajador de la India en Paraguay, también ofreció unas
palabras. Destacó los esfuerzos que realiza su país en mejorar la
calidad de vida de las personas en todo el mundo, en especial de las
mujeres y las niñas, “que deben poder manejar las
responsabilidades de sus ciudades y liderar el país”.
El cierre
estuvo a cargo del vicepresidente Hugo Velázquez, quien en su
calidad de anfitrión, agradeció el apoyo internacional y el
esfuerzo conjunto que se viene realizando en la prevención y
atención de los niños, niñas y adolescentes. “Como Estado hemos
establecido el Plan Nacional de la Niñez y la Adolescencia y otros
programas, pero debemos llevarlos adelante entre todos: familia,
sociedad y Estado, todos debemos estar involucrados”, resaltó.
EXPERIENCIA
CON NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
Durante el
lanzamiento de Mirame,
25 niñas, niños y adolescentes de 12 a 17 años y 25 padres, madres
y tutores integrantes de la Federación de Asociaciones de Padres de
las Escuelas Públicas del Paraguay (Fedapy) recibieron la historieta
impresa en formato color y también en blanco y negro para colorear.
Junto al
personal técnico de los cuatro ministerios, desarrollaron algunas de
las actividades que propone la guía metodológica que acompaña a
Mirame.
Esta guía cuenta con recursos diferenciados para grupos de
niñas, niños y adolescentes y para padres, madres y encargados de
crianza. A la par, dispone de orientaciones para ser aplicada tanto
en encuentros presenciales como virtuales.
La primera edición de Mirame
incluye 30 000 ejemplares que serán distribuidos de forma
gratuita en comunidades, instituciones educativas y servicios de
salud del país.
Además de
la prevención, los esfuerzos se concentran en desnaturalizar las
situaciones de abuso sexual, sensibilizando sobre la necesidad de
abordar este tema como algo real, cercano y muy grave, que no puede
seguir ocurriendo ni quedar impune. De allí la importancia de
realizar la denuncia ante cualquier sospecha de abuso sexual en las
líneas 911 y 147 Fono Ayuda.
Todas estas
iniciativas forman parte del Proyecto de prevención del abuso sexual
y el embarazo en niñas y adolescentes, que se desarrolla en el
distrito de Caaguazú, con el apoyo del UNFPA y del Gobierno de la
India.