Mirtha Noceda, vive desde hace 11
años en el barrio Primavera de
la ciudad de Luque, donde
adquirió
para su
vivienda mediante un préstamo de Hábitat para la Humanidad. Intentó
seguir la cerrera de Derecho, pero por problemas de documentaciones
no pudo hacerlo. Dijo que siempre
tuvo la idea refaccionar
su casa
y levantar su muralla.
Recuerda
que solicitó presupuesto en varias empresas, a
albañiles que
trabajaban en forma independiente,
a contratistas
y que el
costo de la mano de obra
era altísimo,
aún sin
los materiales de construcción, por
lo que le parecía casi
imposible realizar la
obra. La misma está
casada y tiene dos
hijos, de 18 y 8 años respectivamente.
Debido
a que no podía seguir una carrera universitaria se animó a
estudiar en el Servicio
Nacional de Promoción Profesional (SNPP), sede de la ciudad de
Luque, para hacer realidad
su sueño de realizar
mejoras en su vivienda. Manifestó que al
principio hubo mucha resistencia de sus
familiares cuando anunció que quería capacitarse en el área de
construcción y que incluso tuvo que
soportar las críticas de
sus vecinos.
Pese
a que todos estaban en su contra decidió ir a inscribirse en el
curso de Armador de hierro en hormigón. “Me retaron desde que salí
de mi casa hasta llegar al SNPP, porque no querían que estudie
albañilería”, dijo.
Así también recordó que casi abandonó el primer día de clase
cuando el profesor comenzó a hablar de matemática, metros cúbicos,
y por miedo a fracasar casi salió del
aula, pero el instructor se dio cuenta y le pidió
que se quedara.
Es
así que escuchó atentamente al instrucción, quien le prometió que
iba a entender su clase y que incluso con paciencia le explicó
detalladamente el uso de los metros cúbicos y otros temas que se
deben tener en cuenta en este trabajo. Dijo que cuando comenzó a
entender más le gustaba el oficio en el que se estaba iniciando.
Comenzó
a estudiar en el SNPP,
regional de
Luque en junio de este año y
este jueves 1 de diciembre
recibió
su certificado de Armador
de hierro en hormigón en
una ceremonia realizada en esta sede, junto a otros egresados.
Actualmente estudia
Oficial
de albañilería
y su idea es llegar a ser
contratista.
Mediante
los conocimientos que obtuvo en las clases teóricas y prácticas
pudo levantar
la muralla de 2 metros de altura en
su vivienda y solo le falta una parte para culminar el cercado, que
cuenta con pilares de
hormigones revestidos de ladrillo. Ahora,
los que antes le criticaban por estudiar albañilería son sus
ayudantes.
Mirtha
dijo que luego de culminar la muralla de su casa con la ayuda de
su esposo, sus hijos, un sobrino y un compañero de estudio,
refaccionará el dormitorio de sus hijos. Asimismo, ya está
iniciando la construcción de una piscina y tiene proyectado hacer un
quincho, así como la acera de su vivienda.